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Indisciplina: diario de navegación encendida

Graffitis

Asi de sencillo

Hace tres años leí en la pared del frente de una escuela -en el barrio de Florida- el siguiente graffiti:
¡Basta de enseñar a ignorar!

¿Alguien lo puede decir con menos palabras y más contundencia?
R.

¿Cuál es tu graffiti?

¿Cuál es tu graffiti? Sobre el vasto escenario de la ciudad se despliegan los graffiti.
Sin orden, sin autorización, narran una historia que se termina de hilvanar en cada uno de nosotros. Nos despiertan, nos sorprenden, nos alegran o escandalizan. Nos contestan preguntas que latían dentro nuestro y nos abren nuevos interrogantes.
¿Nunca pensaste en sumarte a ese espacio libre y compartido para comunicar lo tuyo? ¿Nunca imaginaste quiénes se atrevían a dejar sus huellas en la noche para rasgar un poco la rutina del día?
El anhelo del Conde de Lautrèmont, “la poesía debe ser realizada por todos”, hecho realidad en el espacio casi surrealista y mudo de las paredes.
¿Cuál es tu graffiti? ¿Cuál tu transgresión o tu estampido? ¿Qué haría tu mano y tu corazón con un aerosol cargado?
¿A quién declararías tu amor, a quien tu odio o tu sordera? ¿Quiénes serían los blancos de tu broma o tu homenaje? ¿Qué dibujos dejarías estampados, qué señales, qué signos, qué fronteras?
¿Cuál fue el primer graffiti que leíste? ¿Cuál el primero que te hizo reír o sentirte afectado?
¿Tienen rostro los que pintan? ¿Son tus hijos o los hijos de los otros?
¿Los esperás a la vuelta de la esquina como quien busca un diario?
¿Refrescan tu memoria? ¿Desencadenan tu cólera?
Los graffiti están ahí; en el espacio transicional entre lo público y lo privado, tomando la palabra, criticando implacablemente la cotidianeidad, pegándole un cachetazo a tanta indiferencia.

Román

Años difíciles para el graffiti...

Años difíciles para el graffiti... En los años de la dictadura, los graffitis rara vez salían de los baños o de lugares preservados, para aparecer en las paredes, en las calles, como ocurrió una vez recuperada la democracia en el '83.
Sin embargo, algunos se atrevían a desafiar la oscuridad con el aerosol o la tiza.
Vaya mi homenaje a esos graffiteros, con esta frase que leí en la esquina porteña de Corrientes y Riobamba, allá por el '79, cuando estaba por llegar al país una Comisión de Derechos Humanos de la OEA y los milicos sacaron una oblea -que muchos imbéciles lucían con orgullo en sus automóviles- que decía: 'Los argentinos somos derechos y humanos'.
De ahí toda la potencia de éste graffiti, que se animó a salirle al cruce a toda la andanada de propaganda militar. Solo decía:
Los argentinos somos desechos humanos

Zagüán

Zagüán Este es el graffiti del día.
Se engancha con el tema de la foto anterior (ambas enviadas por Irene) y fue 'capturada' en la ciudad de Rosario.
¿Hoy es San la muerte?
No se preocupen, mañana será otro día.
r.

Graffiti

Voy a colocar un graffiti por día en el weblog.
Cuando tenga fotografías de alguno interesante, tambien las voy a incluir.
Este es el de hoy:

Es necesario explorar
sistematicamente el azar


Quienes quieran, envíenme el que lean por ahí a:
roman@campogrupal.com